El caucho tiene la capacidad de resistir a la electricidad y repeler el agua, entre otras funciones. Por ese, entre otros motivos, resulta un componente central de los neumáticos de los coches.
Sin embargo, cuando comenzó a utilizarse como ahora, hay una parte que nadie tiene del todo claro para qué sirve o cuál sería la función. Se trata de esos “pelitos” que recubren la goma y que se ven con mayor notoriedad en los vehículos 0 kilómetro.
Cuál es la función de los “pelos” de los neumáticos
Si bien la presencia de estos pelitos en los neumáticos de los coches tiene una explicación, no una función determinada. Algunos sostienen que disminuyen el ruido en el camino o que generan un mejor agarre a las superficies. E incluso, que son responsables de una aerodinámica más avanzada.
Sin embargo, nada de eso está comprobado. Lo que ocurre realmente tiene que ver con el proceso productivo de los neumáticos.
Dado que hay varias versiones y tamaños, se utilizan moldes para poder darles la forma adecuada. En esas matrices se inyecta caucho líquido, las cuales tienen también pequeños orificios para que el aire escape y no forme burbujas en el interior del neumático.
Cuando no queda aire en la mezcla, un poco de ese caucho líquido se escapa por esos orificios y ahí es cuando se forman los famosos “pelitos”. Una vez frío, quedan bordeando la rueda. No afectan en nada a la conducción y se caen solos con el paso del tiempo.
Podría considerarse una forma de comprobar que el neumático es nuevo, cuando se lo compra.